Obra ganadora del Certamen artístico
La Aletheia del ser entre trincheras
La búsqueda de la Verdad
Acercándonos a la filosofía de San Agustín para poder encontrar juntos la
Verdad, podemos enfocar su intencionalidad desde la semántica y
relacionándola con la presente disciplina artística, debiendo reflexionar antes
que nada sobre el propio concepto de “Verdad”.
Desde de su origen, llegaremos a comprender la esencia del mismo.
Concretando en lo auténtico y en el significado que, según San Agustín
entendería, como la búsqueda de la Verdad. Con todo ello, se concluye en el
porqué la presente fotografía nos habla sobre la Alētheia, relacionándola
con el ser y las trincheras.
Alētheia, proveniente del significado griego de “verdad”, es un concepto filosófico
que habla sobre la sinceridad de los hechos y la realidad. Está formada por la
partícula privativa “a-“, de negación a lo que le precede, y “-lētheia”, de ocultar.
Trayendo estos términos al castellano podrían ser del mismo modo “despreocupado”, “des-animado”.
Lethæus, que a su vez proviene de Lētheia, adquiere el significado de “olvido”.
Nombre que recibe el río Leteo, por ser el río del olvido. Esto es así, que la
mitología nos cuenta que los muertos beben el agua de este río para olvidar el
mal que ocasionaron en su existencia terrenal, con el propósito de purificar sus
almas y escapar del castigo. Metáfora propuesta por San Agustín, ya que solo
las almas que buscan y son conocedoras de la verdad pueden escapar del
castigo.
Entendiendo todo lo anteriormente citado, podremos vincular el plano semántico
del concepto, con el plano semántico y artístico de la fotografía. Donde según lo
que se muestra, el velo actúa como el olvido o el ocultamiento (río), los
combatientes en el camino de la muerte (almas) y el hecho o la realidad de la
guerra (el mal del ser en su existencia terrenal).
Concluimos de la metáfora, que la auténtica verdad es el desvelamiento de las
cosas. Quitar el velo del olvido. Lo que sería lo mismo que “des-olvidar”,
recordar.
Recordando, encontramos la Verdad y la realidad del ser. Negando el olvido,
recordamos el mal. Problema que planteaba San Agustín y que lleva al camino
de la verdad. La Verdad está siempre y en todas partes, solo hace falta acercarse
a ella. Como el ser combatiente, que escondido en las trincheras por miedo a
morir, se acerca a la Verdad de Dios para clamar por su salvación. El mal y lo
traumático de la guerra acerca al ser, y hasta el más escéptico, a la fe de Dios.
La Verdad.