Nuestra Residencia
La Residencia Universitaria Agustiniana, perteneciente a la Orden de Agustinos Recoletos, y gestionada por profesionales de la educación laicos, lleva formando jóvenes desde el año 1958. Nos definimos, desde nuestros orígenes, como una comunidad universitaria abierta, de trato cercano y amistoso; la confianza, amabilidad y atención personalizada forman parte de nuestra carta de presentación.
El esmero por el orden y la limpieza están siempre presentes, y cuidamos muy especialmente que la alimentación de nuestros residentes sea agradable, variada, equilibrada y completa.
Desde los distintos departamentos de la residencia, alentamos y promocionamos la participación de nuestros jóvenes en actividades lúdico-deportivas y culturales. Asimismo, otorgamos al residente gran flexibilidad de horarios para adecuarse más a sus necesidades. Contamos con un amplio equipo de personas empeñadas en el cuidado y bienestar de nuestros residentes. Todo ello para crear un ambiente agradable que estimule el estudio, el trabajo y la convivencia.
Nuestra ubicación, a menos de 5 minutos de las Facultades de Psicología, Bellas Artes y del Conservatorio Superior de Música, y su cercanía a los diferentes campus universitarios de la ciudad, comunicados desde nuestra residencia por carril bici, hacen de la misma un lugar privilegiado para desarrollar los estudios. Si deseas traer tu propio vehículo, cuenta con una amplia zona de aparcamiento.
Un poco de Historia
Corría el año 1958, cuando la Orden de Agustinos Recoletos decide abrir en Salamanca las puertas de una nueva casa, la nuestra, con el fin de albergar en ella tanto los estudios de Teología y Filosofía, como a sus propios estudiantes.
Con el devenir de los años y la consiguiente transformación social, ante la drástica disminución de vocaciones religiosas, se hizo necesario reorientar el uso de las instalaciones sin perder ni un ápice de su vocación formativa. Desde entonces nuestro centro ha albergado, junto a la Residencia de Estudiantes, varias instituciones educativas, como el Colegio Nebrija, el Colegio Santo Tomás de Villanueva o una Escuela Hogar.
Así, a partir del curso 2013-14, y tras el posterior cierre del Colegio de Educación Secundaria Obligatoria, Santo Tomás de Villanueva, un grupo de laicos, profesionales de la educación, nos hacemos cargo de la Residencia Universitaria, con el firme propósito de afianzar y potenciar una oferta educativo/residencial diferente y personalizada, acompañando a nuestros jóvenes en su autodescubrimiento y en el descubrimiento de la razón de ser de sus vidas en la sociedad actual.
Para ello, además de ofrecer unos completos y adecuados servicios de alojamiento y manutención, cada curso se plantean actividades que estimulen el interés cultural, deportivo y social de nuestros residentes, pero sobre todo se potencia un acompañamiento, que despierte en los jóvenes el descubrimiento del propio yo en relación con el nosotros, respetando y estimulando la singularidad de cada cual. Pretendemos en todo momento delegar el protagonismo del residente en su vida, fortaleciendo la vivencia de una libertad responsable. En definitiva, se genera el ambiente adecuado para que nuestros universitarios se sientan seres humanos y aprendan a vivir como familia humana.
Esta es la pasión que ha guiado, durante más de medio siglo, a quienes han formado y forman parte de la familia de la Residencia Universitaria Agustiniana de Salamanca, y nos sentimos satisfechos, alegres y agradecidos.