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SIN DUDARLO
POR QUÉ RECOMENDARÍA LA RESIDENCIA UNIVERSITARIA AGUSTINIANA
Sin dudarlo.
Muchas veces tenemos el conflicto interior entre lo que nos gusta, o lo que para nosotros es lo más idóneo.
A todos nos gusta actuar libremente, vivir y disfrutar de la manera más intensa cada minuto del día, sobre todo cuando nos encontramos en la etapa de la juventud como estudiantes. Esto supone en el día a día, saltarnos todas las normas que podamos (siempre dentro de un orden), todo lo que encontremos por hacer lo haremos en aras a esa libertad de la juventud, y al deseo de descubrir el mundo que se abre ante nosotros.
Por desgracia se produce una colisión de intereses, ya que simultáneamente en esa etapa de nuestra vida, trazamos nuestro futuro, y no todos los chicos tienen la capacidad de mantener lo que desde casa les hemos inculcado. Así que como padres nos asaltan todos los miedos habidos y por haber. Creemos en nuestros hijos, pero el miedo en el cuerpo al separarnos de ellos, no nos lo quita nadie.
Vivir en una Residencia Universitaria, en esta Residencia concretamente es un auténtico lujo, siempre tendremos alguna queja por algún inconveniente derivado como es evidente de la convivencia de un grupo de jóvenes, que tiene que ser dirigido a veces por un cuadro de personas que no son infalibles.
Mantener disciplinado un grupo tan heterogéneo de jóvenes universitarios no ya con las normas que cada uno trae, sino aplicar unas nuevas, cuando menos es un auténtico reto. A veces la única forma es mediante un “café para todos”. Aquellos que hicimos el servicio militar comprendimos tiempo después la razón de la disciplina que nos impusieron, era la única forma de encauzar a más de mil reclutas.
Tenemos que comprender que no es fácil dirigir un grupo de jóvenes, y que estos entiendan que este centro es como una proyección de sus casas.
Donde todos tienes sus propias inquietudes, pero donde tienen que pensar en el respeto que se debe a cada uno de los compañeros que la comparten.
Entre la disciplina que comentamos donde no siempre se tienen todos los aciertos, y el respeto en el sentido más amplio de la palabra, sucede que a veces no nos encontramos a gusto, nos surge la necesidad de escapar, buscar una alternativa sencilla sin yugos. Y hacer solo lo que nos gustaría.
Pero, no es lo más idóneo.
A pesar de los avatares que puedan surgir dentro de la Residencia Universitaria, los chicos están atendidos en todos los planos de la vida cotidiana y tienen un orden. Prácticamente la Residencia es como una prolongación del “hogar familiar”, aseo, comida, tiempo de estudio, ocio.
Como padres nos tranquiliza saber que las necesidades básicas del hogar se cubren, y sumamos el sentimiento de protección que encuentran en el colectivo y la propia Dirección del Centro.
Esto nos inclina a tomar la decisión, de que a veces lo que más nos conviene, no es lo que nos gusta, sino lo más idóneo.
Fdo. Juan Batista Vega